Mostrando las entradas con la etiqueta religion. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta religion. Mostrar todas las entradas

miércoles, 24 de julio de 2013

Obtención de Información a través de Datos Aleatorios

He querido y estoy trabajando en algunas ideas que me parecen muy interesantes -- claro, de lo contrario no las pensaría ni trabajaría en ellas... el cerebro algunas veces es muy antojado.
En los siguientes artículos, quisiera ir dando a conocer estas ideas una a una.
La primera la presento en las siguientes líneas.

Hace un par de años atrás, alrededor de 2007, más o menos, comencé a trabajar en una idea basadas en algunos conceptos de The Global Consciousness Project, el código de la Biblia e hipótesis de Masaru Emoto. La idea era hacer lo mismo que hacían con el código de la Biblia (aquí la relación con aquel tema), pero en lugar de utilizar como entrada la Biblia, utilizaba datos generados aleatoriamente. Específicamente, desde el servicio «Quantum Random Bit Generator Service», que envía números generados a través de dispositivos que utilizan técnicas cuánticas. La razón de utilizar números generados cuánticamente está basada en las ideas de Emoto, las cuales apuntan a que la mente humana, las ideas, las intenciones de un individuo, o un grupo de ellos, afectan la materia que le rodea. Por lo tanto, y a nivel cuántico aún con mayor razón, de alguna manera los datos aleatorios generados cuánticamente codifican las intenciones de los individuos que le rodean. 
A partir de los datos aleatorios obtenidos, a través de algoritmos similares a los utilizados para obtener códigos de la Biblia, pretendía extraer información, buscando patrones ASCII (nombres, principalmente) en una gigantezca matriz aleatoria. 
Mi hipótesis era aún es que a partir de tales datos y funciones matemáticas y algoritmos es posible extraer información acerca de las intenciones o impresiones de algún grupo de personas.
Yendo aún más allá, quizás a través de métodos de análisis matemático, estadístico o algorítmico complejos se podría llegar a filtrar intenciones, pensamientos o algo más acerca de personas de forma individual. Quizás, esto se podría comparar a una emisora transmitiendo su señal -- estos serían los individuos -- y una radio que capta la señal transmitida -- esto sería el sistema propuesto.
Este año, me vengo a enterar, gracias a que mi amigo +Ramiro Rebolledo comentó este artículo, que alguien más ha pensado algo muy similar.
Actualmente, he quedado varado en cuál es la codificación adecuada para los datos y cuál es el análisis adecuado para filtrar lo que se necesita... ¿alguna idea?

martes, 23 de julio de 2013

El Conocer el Conocer

En el capítulo uno del libro El Árbol del Conocimiento de Humberto Maturana, el autor plantea interesantes ideas sobre el verdadero conocer de la realidad.

Normalmente, nosotros, los seres humanos, aceptamos la realidad tal y cual la percibimos, creando dogmas y certidumbres innegables al respecto; de los sentidos experimentamos la realidad, y la asimilamos y aceptamos. Los sistemas educacionales actuales nos presentan hechos, en su mayoría dogmáticos, que debemos aceptar, transformando nuestras estructuras mentales al consenso universal humano, descrito más o menos por el concepto istina en la lengua rusa, que da a entender la acción de adaptar nuestras estructuras mentales al mundo que nos rodea. De esta forma, el sistema educacional enseña «istinas» al estudiante a través de hechos ya digeridos... evitando dos proceso cognitivos trascendentales en el ser humano: Experiencia y Reflexión.

Maturana plantea que cada individuo humano percibe el mundo según su mundo. ¿Qué quiere decir esto? Cada individuo es en sí un mundo de mundos. Esto lo podríamos resumir en el concepto de metamundo. Maturana al considerar  a cada uno de nosotros como un metamundo, habla acerca de que cada uno de nosotros poseemos estructuras mentales propias que nos hace ser únicos. Tales estructuras han sido moldeadas por vivencias a lo largo de nuestra vida o por la misma biología. Maturana ejemplifica esto a través de dos experimentos: El punto ciego del ojo; y, la percepción de los colores. Con respecto a este último, no sólo factores biológicos pueden alterar la forma en que reconocemos o entendemos los colores, sino que también factores lingüísticos alteran la manera en que los reconocemos; no en todas las lenguas humanas existen palabras para distinguir entre el verde y el azul, o el negro y el azul.

Es increíble, pero el consenso social es a crear certidumbre acerca de lo que se percibe. Bajo este paradigma de vida y de educación, evitamos la reflexión, y sólo nos concentramos en la acción, tan propia de nuestra cultura occidental. Finalmente, aprendemos a no pensar, sólo a aceptar. ¿Qué sociedad crece virtuosa así? Quizás esto explica lo viciosa que es.

A través de los sentidos captamos todo lo que nos rodea. Sin embargo, esto es sólo una pequeña parte de la realidad. Peor aún, es lo que nuestros sentidos -- con todas sus limitaciones y falencias -- nos dicen acerca de la realidad; no es la realidad misma. Aceptar que es la realidad misma sería un error horroroso: pero, irónicamente, del cotidiano vivir. En otras palabras, vivimos sumidos en el error, quedándonos sentados esperando a recibir el dogma del día.

Esto me recuerda a la caverna de Platón, donde las sombras serían la realidad que nos hacen ver de los sentidos.

El proceso de experiencia-reflexión rompe este esquema. Sin embargo, requiere del cambio cultural de nuestra sociedad. Por una parte, la experiencia mueve al individuo al hacer, al buscar, al observar y, por otra parte, la reflexión ayuda al individuo a conocer cómo conocer y, finalmente, a conocer. Como lo explica Maturana, el proceso de reflexión es similar al peculiar momento cuando un ser humano observa su reflejo en un espejo, permitiéndole ver su propio yo físico; mismo para un nivel intelectual y espiritual. La reflexión permite sacar al hombre de la caverna y liberarlo de la visión de sólo sombras, haciendo que vea la realidad tal cual.

Según Maturana, cada reflexión es un mundo en la mano. Esto resulta especialmente interesante, pues cada reflexión, entonces, llega a ser parte de nuestras estructuras biológicas mentales, por lo tanto, somos un metamundo. Sin embargo, todo parte de alguna parte, esto es, de una idea que alguien alguna vez a dicho. Tal idea inicial ha sido parte del mundo de otro individuo que ha sido transmitido a través de algo maravilloso, del que los humanos nos jactamos por su complejidad. Me refiero al lenguaje, que corresponde al puente de tránsito entre metamundos. Sin él, viviríamos en una sociedad inválida, incolora, inmóvil. Con él, es posible hacer intercambiar mundos, ideas y generar reflexiones a través de diálogos, ya sea, entre metamundos o de forma imaginaria, es decir con el mismo metamundo.

De lo anterior, en conclusión, la única verdad es la que no se percibe por los sentidos; similar a lo que dice Antoine de Saint-Exupéry en su obra El Principito:
Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
Quizás, esto último de un atisbo acerca de lo verdadero. Si los sentidos impiden ver la realidad, entonces la realidad no se mira con los sentidos, sino que con la mente; esta es la forma en cómo se conoce lo Divino.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Palabras que Resuenan en el Mundo

¡ESTO ES UN MINISTRO Y GOBIERNO CON GARRA Y NO COMO MUCHOS OTROS!
¡ESTO ES UN MINISTRO CON DOS COJONES Y NO MUCHOS OTROS!
THIS IS A MINISTER WITH BALLS AND NOT THE SPANIARDS OR OTHERS OF OTHER COUNTRIES WE KNOW!
QUESTO É UN MINIESTRO CON LE PALLE E NON COME MULTI ALTRI MINISTRI!

El primer ministro australiano, John Howard, dijo el miércoles a los musulmanes que quieran vivir bajo la Sharia islámica que se marchen de Australia; en unos momentos en que el gobierno se encuentra aislando a posibles grupos radicales que podrían en un futuro lanzar ataques terroristas contra el pueblo de esa isla-continente.

Asimismo, Howard despertó la furia de algunos musulmanes australianos cuando dijo que ha dado todo su apoyo a las agencias de contrainteligencia australianas para que espíen en las mezquitas que hay en la nación.

"Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos", expresó con firmeza el mandatario. "Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos. Desde el ataque terrorista en Bali, hemos experimentado un incremento de patriotismo entre los australianos".

"Nuestra cultura se ha desarrollado sobre siglos de luchas, pruebas y victorias de millones de hombres y mujeres que vinieron aquí en busca de libertad", agregó Howard.

"Aquí hablamos inglés fundamentalmente", dijo el primer ministro en un momento de su enérgico discurso. "No hablamos árabe, chino, español, ruso, japonés ni ninguna otra lengua. Por lo tanto, si los inmigrantes quieren convertirse en parte de esta sociedad, ¡que aprendan nuestro idioma!".

El mandatario continuó diciendo que la mayoría de los australianos son cristianos. "Esto no es un ala política ni un juego político. Se trata de una realidad. Se trata de hombres y mujeres de ascendencia cristiana que fundaron esta nación basándose en principios cristianos, lo cual está bien documentado en todos nuestros libros. Por lo tanto, es completamente adecuado demostrar nuestra creencia en las paredes de nuestras escuelas. Si Cristo les ofende, entonces les sugiero que busquen otra parte del mundo para vivir, porque Dios y Jesucristo son parte de nuestra cultura".

"Toleraremos sus creencias, pero tendrán que aceptar las nuestras para poder vivir en armonía y paz junto a nosotros", advirtió Howard. "Este es nuestro país, nuestra patria, y estas son nuestras costumbres y estilo de vida. Permitiremos a todos que disfruten de lo nuestro, pero cuando dejen de quejarse, de lloriquear y de protestar contra nuestra bandera, nuestra lengua, nuestro compromiso nacionalista, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vida. Les recomiendo encarecidamente que aprovechen la gran oportunidad de libertad que tienen en Australia. ¡Aquí tienen el derecho de irse a donde más les convenga!".

"A quienes no les guste cómo vivimos los australianos", prosiguió Howard, "tienen la libertad de marcharse. Nosotros no los obligamos a venir. Ustedes pidieron emigrar aquí, así que ya es hora que acepten al país que los acogió".

A quien lea esto: Si está de acuerdo con el primer ministro australiano, hágalo circular por el mundo.
¡Las ideas de los grandes hombres deben divulgarse!