sábado, 6 de octubre de 2007

Inspiración Biológica.

Hace ya algún tiempo que he logrado discernir algo muy interesante en el mundo de la IA, y es la forma en que ésta ha mirado, casi desde sus inicios, en la naturaleza para buscar soluciones a problemas del mundo de los computadores y para mejorar la calidad de vida de las personas.

Es maravillosa la forma en que la naturaleza resuelve las cosas. Es tan solo con ver en nuestro interior, cómo concebimos las ideas; nuestra existencia; nuestra conciencia de nuestro ambiente y, lo más sorprendente de todo, de nosotros mismos.

[Fotografía obtenida desde LA VIDA ARTIFICIAL: LA INTELIGENCIA QUE VIENE., Por Santiago Armesilla (noviembre 2005)]

¿Qué somos?
Cuesta imaginarse que sólo somos un conjunto de células, si en este momento somos nosotros mismos quienes están leyendo estas palabras. ¿Cómo es posible que el conjunto de células pueda generar lo que somos? ¿A caso somos sólo millones de pequeñas unidades de vida y sólo eso?...¿o es que hay algo más?
Es sólo necesario preguntarse qué es la conciencia para llegar a entender este fenómeno tan maravilloso como lo es nosotros mismos, nuestra existencia, la última creación de este mundo por parte de Elohim.
Al ver todo desde este punto de vista y analizar nuestros 3 niveles como seres (Físico (F), Mental (M) y Espiritual (E)) vemos que somos un sistema constituido en capas, donde no solamente la interacción se da en cada capa, sino que entre capas (F-M, M-E), partiendo desde lo más elemental, desde nuestro sustento y vehículo para esta realidad: La naturaleza física de nuestro ser, o material; una perfecta maquinaria cibernética. Cada uno de los sistemas orgánicos, compuestos por órganos que interactúan en muto beneficio permiten mantener todo nuestro cuerpo apto para concebir la misteriosa existencia; para mantener al siguiente nivel, que es la Mente, o la Inteligencia. Este siguiente nivel corresponde al efecto generado por el cerebro con su maravillosa y complejísima estructura: Se encuentra la Inteligencia (capacidad de resolver problemas mediante herramientas conocidas o inventando nuevas en base a conocimiento previo), la Memoria y el conocimiento de Herramientas. Esta es la capacidad que poseemos en gran medida y que poseen algunas otras especies de animales en nuestro mundo. Y finalmente, y a un nivel más abstracto, y siendo justamente el nivel más abstracto del ser, se encuentra nuestro nivel Espiritual, único para nosotros; lo que nos distingue de las otras especies de animales de este mundo. Dios nos creo con este plus: Aquí se encuentra el concepto de Sabiduría, que es la capacidad de acumular experiencias de vida externas (de otros) o internas (personales), para aplicarlas en otra ocasión a nosotros mismos o compartirlas con otros más; también está el aspecto Religioso del ser (el fundamento de la existencia, la razón de vida); también está el componente social, definido por la Inteligencia Extrapersonal e Intrapersonal, que nos definen como sistemas abiertos, i.e., con capacidad de comunicación.
Toda esta extraordinaria estructura es lo que somos nosotros, y coincide desde un punto de vista de necesidades al modelo de Maslow: Si nuestro nivel físico se encuentra mal, entonces todo el resto de los niveles se ven alterados, e.g., por alguna gripe que nos esté atacando, todo el resto de nosotros está mal, desanimado, sin ganas de trabajar o estudiar.

Ahora, la gran pregunta:
Si tenemos un modelo del ser, ¿qué es la conciencia y qué estructura física la sustenta?
El Profesor de la Universidad de Oxford, Roger Penrose, postula a que la conciencia se genera a nivel neuronal como un efecto cuántico de los microtúbulos de las células cerebrales (ver La teoría de la mente de Roger Penrose). Él, junto con el medico anestesista Stuart Hameroff postulan a que el cerebro y la mente se encuentran separados. Esto podría explicar el comportamiento complejo de seres simples, sin sistemas nerviosos.
Entonces, la conciencia estaría originada a nivel cuántico dentro de las estructuras celulares. Quizás, por esta razón es que cuando el cuerpo, a nivel biológico, deja de funcionar la conciencia, según lo explican los textos sagrados del mundo Judío y Cristiano (la Tanaj, A.T.: Eclesiastés 9:5).
Penrose niega la posibilidad de que algún día, bajo toda esta complejidad tan hermosamente simétrica y perfecta (sólo Creación de una Mente Infinitamente Perfecta y Hermosa), se logre concebir inteligencia de forma artificial, dado que las máquinas, con las arquitecturas y los planteamientos actuales, trabajan mediante lenguajes formales algorítmicos, con lo que nunca podrían ser capaces de comprender y descubrir las verdades como lo hacen los seres humanos.
Bajo este punto de vista, creo que será necesario entonces replantearse toda la computación nuevamente, desde sus orígenes; desde dónde viene, por dónde va y hacia dónde se dirige, nunca perdiendo de vista a la "máquina" computacional más poderosa, perfecta y simétricamente compleja, como lo son los sistemas nerviosos biológicos; más aún, como lo es el cerebro humano, a quien Dios lo coronó con la segunda inteligencia: La Conciencia; La Razón.

martes, 6 de febrero de 2007

Un milagro de la creación...

Los cactos, son vegetales tan particulares, con una belleza que sólo algunos sabemos apreciar.


Una pequeña semilla semejante a la del Diente de León. Sin embargo, esta es mucho más suave y delicada.

Mi pequeña colección de Cactos.

Esta es la que dio a luz todas las semillas.

Frasco lleno con las semillas de la especie de la fotografía anterior.

Este no es un cacto. Pero pertenece a mi colección vegetal.




Es difícil pensar que de estos pequeños elementos nazcan grandes y robustas especies vegetales, con toda su complejidad de procesamiento de los minerales para luego seguir formando sus estructuras biológicas y sus procesos químicos. Definitivamente esto no es el azar que propone la evolución. Por lo anterior, matemáticamente sería imposible.
"Dios no juega a los dados" (Albert Einstein)